viernes, 25 de octubre de 2013

peces, paracitos y carroñeros

lubina parasitada por Cymothoa exigua y devorada por Carcinus maenas                                                                                                                                                                             
Resultó impactante descubrir durante un muestreo de peces transicionales semejante escena. Un parásito de grandes proporciones en relación con el pez huésped se hallaba fuertemente sujeto a su lengua. Es una pena que no se le vea mejor la parte delantera, pero tenía un aspecto siniestro, todos coincidimos en que el pez debía de estar en las últimas con ese bicho raro allí pegado, comiéndoselo vivo…
Sin embargo, una vez más parece que nos equivocamos, el parásito en cuestión es un crustáceo conocido como Cymothoa exigua que como se aprecia en la imagen se agarra fuertemente a la lengua de su hospedador hasta que esta se atrofia por completo y entonces el parásito se sujeta a los músculos remplazándola con su propio cuerpo.
Quizás al pez no le resulte muy placentera la compañía, al fin y al cabo tiene por lengua a un ser extraño que se aprovecha de parte de su alimento, sin embargo Cymothoa exiguano le causará la muerte. En este caso, esta pobre lubina (Dicentrarchus labrax) tuvo una peor experiencia con los cangrejos (Carcinus maenas) verdaderos carroñeros marinos, que no dudan en llevarse a la boca lo que sea, esté vivo o muerto. La mayoría de las veces las mortandades de los muestreos de peces en estuarios se producen por esta causa ya que los cangrejos no dejan pasar una oportunidad y desde luego su modus operandi no es demasiado delicado.
Cymothoa exigua quizás le dejaría sin lengua, pero los cangrejos le dejaron sin ojos, sin tripas y esos si que se la debieron de comer viva.
En fin, quizás no sea una historia muy agradable pero la vida de un pez nunca es sencilla además “así es la naturaleza: ¡salvaje!”
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